Tocó el cielo de la antigua Superliga en 2007 y desde entonces no volvía a recuperar una categoría
En la vida que precede a la actual
Liga F, hubo una etapa en la que el fútbol femenino era una mera práctica deportiva. En la que las jugadoras practicaban deporte, en su gran mayoría, como una forma de entretenimiento. No todos los equipos de la antigua Superliga podían permitirse un presupuesto para remunerar a las jugadoras y pagaban en especies.
20 años atrás, prácticamente la mitad de equipos de Primera División eran clubs modestos y no podían permitirse retribuir a sus plantillas. Entre ellos, se encontraba la UE L’Estartit, uno de los clubs de referencia en Cataluña por aquel entonces, junto a los años dorados del
RCD Espanyol.Cinco años en Primera División (2007 – 2012) del conjunto gerundense fue la época gloriosa del conjunto de la comarca del Baix Empordà. Todo un referente catalán que, por desgracia, finalizó con una serie de descensos en los años posteriores hasta el último escalón posible en 2020.
Hace poco menos de un mes la suerte por fin cambió en L’Estartit y por fin tuvieron una alegría en su primer equipo tras tantos años de varapalos deportivos. La Federación Catalana de Fútbol les comunicó que a causa de una vacante en Primera Catalana tendrían la posibilidad de ascenso de categoría y podrían abandonar Segunda Catalana si así lo confirmaban. La liga empezaba en una semana de margen y debían dar el ‘sí, quiero’ a la Federación.
“Estamos muy contentos con este ascenso porque supone el regreso de L’Estartit. Obviamente, no para ascender a Primera División, eso no pasará nunca más, pero sí es una alegría de lograr este ascenso con jugadoras de la base y conseguirlo después de dos descensos seguidos. Estamos muy ilusionados”, transmite Ramón Codina, director deportivo del club, y una de las personas que ha vivido la transición del club durante la última década.
Tanto si se hubiera jugado en Segunda o en Primera, la plantilla no hubiera variado mucho. “Las jugadoras que han conseguido el ascenso merecían un respeto y son piezas que llevan muchos años en el club. Lo que sí nos ha perjudicado ha sido el anuncio del ascenso, ya que hemos tenido una pretemporada corta y empezamos la liga dos semanas antes”, añade.
Jugadoras como Esther Sullastres o María Estela iniciaron su camino en L’Estartit. Jugadoras de la comarca que se formaron en el club durante sus cinco temporadas en Primera División. El club rojiblanco es una de las canteras de fútbol femenino más consolidadas en Cataluña durante los últimos 32 años y que ha apostado por el fútbol femenino desde finales del siglo pasado.
“La suerte que ha tenido el club es que la esencia de fútbol femenino se ha reforzado, a pesar de la pérdida de categorías del primer equipo. Ahora mismo tenemos siete equipos en el fútbol base. El ambiente de fútbol femenino está muy vivo en L’Estartit. La afición, poca o mucha, los que siempre han venido a vernos siguen viniendo al campo”.
Codina también reflexiona sobre la manera en la que se trataba el fútbol femenino y sus límites 15 años atrás y las condiciones que tiene ahora y se alegra que haya habido esta transición. “A veces hablo con jugadoras de aquella época en Primera del club, y comentamos las remuneraciones de entonces, que eran más en especies que en sueldo. El cambio es positivo y que en L’Estartit no nos podamos plantear jugar en Primera División es positivo porque te das cuenta del crecimiento y evolución para bien del fútbol femenino. Las jugadoras cobran ahora lo que mínimamente tienen que cobrar y felices de ver el cambio”.
Aún así, también expone la parte negativa que de tanto en tanto se produce. “Por desgracia, las apuestas del femenino tienen caducidad. Cuesta mucho apostar por el femenino. Se animan, se asciende y cuando no acompaña la imagen o el presupuesto se deja de apostar”.
Sobre el futuro más próximo en L’Estartit, “el objetivo ahora es consolidar la categoría y a partir de ahí conocer el límite de las jugadoras en esta primera temporada. Después también buscaremos dar oportunidades a jugadoras de la base para que entren en dinámica de primer equipo”
Actualmente, L’Estartit dispone de una generación dorada de jugadoras que apenas supera los 20 años y puede consolidar un proyecto deportivo con cara y ojos en Primera Catalana y a medio plazo poder aspirar por ascender un escalón. “Estar en Preferente sería ideal en el club, que es un nivel notable para nosotros. Somos una apuesta segura de fútbol femenino en Girona, con 32 años de experiencia y buscaremos estar en el top3 en la provincia de Girona. No tanto por tener grandes proyectos sino más por la experiencia que tenemos y la estabilidad que transmitimos a las jugadoras”, concluye Codina.
La UE L’Estartit es el proyecto exclusivamente de fútbol femenino más longevo en Cataluña, junto al CE Seagull de Badalona, actualmente en
Tercera RFEF y su filial compitiendo en la misma liga que L’Estartit.