Matilde Martínez: “falta más compromiso tanto de clubes como jugadoras y los patrocinadores tienen que tirarse a la piscina”

Con el parón de las competiciones, la mediocampista disputa otro partido en los hospitales ayudando a combatir el coronavirus. Se suma a la lista de futbolistas y árbitros que desempeñan su otra profesión para colaborar en esta crisis. La capitana del equipo espera que el torneo se reanude para buscar el esperado ascenso a Primera Iberdrola. 

Normalmente compagino atención primaria que es trabajar en centros de salud, así tengo las tardes libres y fin de semana. Entonces normalmente trabajo de lunes a viernes y entreno por las tardes, los fines de semana, por suerte al trabajar en ese sector, se queda libre y puedo compaginarlo con el fútbol. Ahora con el tema del coronavirus hay unos regímenes especiales de 12 horas, trabajas 12 horas 2 días y libras otros dos entonces aprovecho esos dos para hacer algo de deporte. Pero claro, son doce horas las que estamos trabajando y la verdad es que no te sientas prácticamente, llegas un poco reventada a los dos días libres. Así, intentamos compaginar un poquito, el preparador físico me adapta los entrenamientos según este cargada de piernas, de esta manera intento mantenerme en forma por si tenemos que retomar la liga. 

Venimos de Primera Ibedrola que es una competición muy dura, hay cuatro o cinco equipos que sobresalen de los demás y el resto están prácticamente a tu nivel. Vivíamos cada partido como si fuese una final y ahora quizás estamos un poco más relajadas pero, la verdad es que Reto Iberdrola es bastante difícil, hay otros cinco equipos que tienen muy buena plantilla y eso se refleja, vamos terceras, todavía tenemos opciones pero no se sabe quién puede ganar. Cualquiera puede ganar al primero y perder contra el último. 

Somos recién descendidas y queremos ascender. Tenemos que enfrentarnos a Granada, Málaga, todavía podemos arrancar puntos. 

Me parece que desde el 2008 soy capitana, y no siento esa presión. Yo soy capitana porque así quieren mis compañeras, y si ellas confían en mí, pues adelante. Tengo mucho cariño por este equipo. Siempre ha sido el equipo de mi familia y de mis amigos, si lo puedo dejar arriba mucho mejor. 

Tenemos jugadoras con mucha hambre de gol, si que es verdad los resultados no reflejan la realidad porque tenemos muchísimas más ocaciones de los goles que metemos, y quizás, nos meten goles con mucha más facilidad de la que nos gustaría. Así que no tenemos problemas en meter pero sí en no encajar. En ese sentido estamos trabajando más. Tenemos muchas individualidades y eso hace que seamos alegres de cara al gol. 

Sí claro, mis dos porteras son unas porterazas. A Natalia no la había visto nunca y la verdad es que nos ha sorprendido gratamente, es una portera super grandes y además tiene muchísimos reflejos, con lo cual no sabes por dónde entrarle. Elena también es súper buena, lleva muchos años con nosotras y yo creo que esa competitividad entre las dos, de que cualquiera puede jugar, las está haciendo todavía mejores. Así que estoy contentísima con las dos porteras y por supuesto que nos están ayudando. 

Ahora mismo estamos viviendo una época en esta enfermedad que creo que se está estabilizando más o menos, estamos todavía a mediados de abril. Creo que se debería reanudar pero todavía queda mucho tiempo, hasta mínimo finales de junio no vamos a estar tranquilos. En nuestra liga solo quedan ocho partidos, yo creo que con jugar dos por semana, tampoco quitaríamos mucho tiempo de verano ni pasaríamos mucho calor, que es lo que más fastidia en este deporte. Por mí la reanudo porque nos conviene para subir. 

Estos años estamos viviendo un auge del fútbol femenino. Pero todavía falta mucho, falta aún más compromiso por los clubes, que ya lo están haciendo… pero todavía más. Los patrocinadores tienen que tirarse un poco más a la piscina porque no vivimos del aire claro, y más compromiso de las jugadoras, porque si quieres vivir de esto tienes que controlar tu alimentación, tienes que intentar mejorar cada día, tienes que tomártelo en serio. Y creo que las edades a las que se juega este deporte, llegan desde los 16 años hasta los casi 40, muchas de esas jugadoras piensan: ‘si es que soy joven, voy a vivir la vida’. Todavía no se lo toman en serio. Pero bueno, en estos años estamos mejorando bastante. 

El equipo masculino siempre ha estado ahí con el dinero, entonces el femenino hemos estado siempre en la expectativa de que podría pasar con nosotras. Pero por suerte todos los años conseguíamos salir a flote. No hemos cobrado hasta prácticamente 2012 ó 2013, jugábamos por amor al arte y tampoco es que ahora cobremos un dineral, pero te da para sobrevivir. Así que la evolución que he visto ha sido muy lenta y ahora cuando de verdad el equipo se estaba implicando en traer jugadoras de fuera, aumentar los salarios y tal, nos viene este palo del coronavirus. Esperemos que no se traduzca en una crisis muy grande económicamente para los clubes deportivos, porque si no, podríamos desaparecer también. 

En primer lugar me gustaría subir a Primera Iberdrola, y si puedo jugar un año más o un par, mucho mejor. Pero ahora tengo 32 años, así que mis rodillas me están diciendo que ya no tengo mucha edad, mientras me aguanten voy a seguir jugando. Así que me gustaría volver a pelear en lo más alto y disfrutar de esos partidos que dan muchísimo gusto.