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Ona Batlle: la exportación del talento.

LA ENTREVISTA
08/09/2020 | Andrea Menéndez Faya
La de Vilassar de Mar emprende su aventura en la FA WSL. En Manchester, cuna del fútbol, ya es el icono de un United que pretende llegar a la cima con talento joven.
Ona Batlle: la exportación del talento.
Manchester United
Manchester amanece casi siempre en un tono gris que invita poco al optimismo. Es una ciudad profundamente industrial en la que han crecido músicos de varias generaciones. Ian Curtis y su Joy Division, los Bee Gees, The Smiths, The Verve y, por supuesto, los hermanos Gallagher, En unas calles polarizadas en las que el fútbol es más que una pasión –en Greater Manchester conviven siete equipos en el fútbol profesional inglés-, dos clubes históricos compiten por llevarse a los fans en una batalla que antes era épica y romántica, y ahora va más asociada al marketing, los fichajes y la explotación de ídolos. El fútbol que cambia ciudades. La leyenda dice que los músicos prefieren al City y los futbolistas al United. Los ladrillos de la ciudad, de un rojo cobrizo, chocan con el azul celeste cuando entran por fin los rayos de sol. Ahí, en medio de esa lucha de dos colores antagónicos, nace la esencia de este deporte: la defensa visceral de una camiseta, de un escudo, de los nombres que suenan en el altavoz de Old Trafford, cuna del fútbol europeo, o del Etihad Stadium, donde se sientan ahora los que antes iban a Maine Road

En esos dos altavoces volumétricos, con acento exótico de erres arrastradas y sílabas átonas han sonado nombres de varios españoles: Jordi Cruyff, Juan Mata, David de Gea, Guardiola, Silva, Piqué, Ander Herrera… el speaker de uno de los estadios más icónicos del mundo, con esos banquillos incrustados en la grada y ese público que ensordece, murmura y jalea en la nuca de los que la pisan, deberá ir ensayando otro nombre español si las puertas del Teatro de los Sueños se abren esta temporada para recibir a su equipo femenino –como ya hizo Anfield el curso pasado- y a una de las nuestras: Ona Batlle. De momento, Leigh Sports Village, el campo donde juega el Manchester United Femenino, la ha disfrutado 74 minutos. 

Al principio estaba muy nerviosa, tengo que admitirlo, pero luego todo el equipo se fue creciendo y nos metimos más en el partido. Teníamos mucho respeto al Chelsea, al final es el Chelsea. Ha fichado mucho, es uno de los más grandes, acaba de ganar la liga… íbamos con mucho respeto a lo que podían hacer, pero se nos fueron pasando los nervios y, sobre todo en la segunda parte, salimos a por el partido y conseguimos un punto muy importante para nosotras. 

Te soltaste mucho.

Sí, al principio estaba en shock, pero poco a poco me sentí mucho mejor, y muy en sintonía con el equipo. Estuve realmente a gusto. Hemos hecho una buena pretemporada y físicamente estoy bien. También es cierto que en el primer partido mis gemelos ya necesitaban oxígeno. La temporada pasada aguanté todo, pero esta competición requiere un plus de intensidad y es cuestión de ir adaptándose. 

Ona Batlle en el partido contra el Chelsea

Wish you were here (Bee Gees)


El del Manchester United es un escudo lleno de historias fabulosas que engrandecen la leyenda futbolística de un club con 142 años de vida. La camiseta de los red devils la han vestido ex combatientes voluntarios de la I Guerra Mundial, su estadio fue bombardeado en la Segunda, en pleno cambio del fútbol moderno fue capaz de conservar a un entrenador –Sir Alex Ferguson- 27 temporadas, perdió ocho jugadores en un accidente aéreo, y convirtió en negocio hasta su propio himno, aupándolo al número 1 de las listas de éxitos en 1968. El fútbol es distinto para los aficionados del United. Es más que fútbol, es una relación amorosa que a veces roza lo tóxico y a veces lo idílico, un vínculo pasional que va más allá de la pelota. 

Es un club distinto, me ha sorprendido muchísimo. Tanto jugadoras, cuerpo técnico… todo el club. Estoy muy contenta aquí. Hay muchísima afición del United, son un símbolo más del club. Nunca había vivido un apoyo tan sumamente grande, me siento totalmente respaldada, como en casa. 
En cuanto a la liga inglesa, no tenía ni idea de todo lo que se estaba creando aquí, pero conforme pasa el tiempo me doy cuenta de que esta liga es una de las más competitivas, hay muchísimo nivel, y por eso están viniendo tantas jugadoras a Inglaterra. La Federación ayuda a que se vean los partidos fuera y dentro del país, y estoy muy contenta de haber dado este paso y que mi gente pueda seguirme desde España. 

El Manchester United femenino solicitó unirse a la FA Women’s Super League en la temporada 2018/19. Atrás quedaba una etapa de trece años en la que el club había decidido prescindir del equipo femenino para centrar los recursos económicos y de infraestructura en la sección juvenil, buscando nuevos talentos con los que identificar a la afición devil. La decisión fue muy cuestionada por prensa y aficionados. Mientras Arsenal o Chelsea invertían en sus secciones femeninas para crear las estructuras que hoy conocemos, el United, uno de los clubes más ricos del mundo, daba la espalda al fútbol femenino. La polémica decisión se acompañó con una medida de contraste: abrir la academia del club a la formación de jugadoras hasta los 16 años. De ahí han salido nombres que hoy ocupan un puesto en la plantilla, como Izzy Christiansen o Katie Zelem. Para Philip Townsed, director de comunicaciones del Manchester United en 2005, el objetivo estaba claro: el club debía invertir en jugadoras en edad escolar para formarlas y que, llegado el momento, pudieran competir en la Barclays FA Women’s Super League. De ese modo se garantizaba un talento formado en casa en un proyecto que iba más allá de tener un equipo femenino, o de conseguir títulos con él: quería que la afición se identificara con el equipo igual que lo hacía con el masculino. No en vano, los diablos siempre presumen de que sus hinchas sean de Manchester mientas que los del City son de Qatar. El proyecto tiene como base el talento joven. 

Las compañeras me sorprendieron mucho. Cuando llegué apenas conocía a ninguna, prácticamente a Lauren James y poco más. No son nombres conocidos, no sabes cómo van a ser, pero me sorprendieron tanto en grupo como de forma individual. Hay muy buena calidad. No son gente comprada, son gente de la casa, las han creado ellos, y me encanta esa filosofía. Quieren salir con lo que tienen e ir a muerte, mejorar día a día, y eso encaja perfectamente con lo que yo quiero: estar día a día progresando y sacar mi mejor versión.

Para el grueso de los hooligans ingleses, hay un problema de desarraigo desde que hace dos décadas la Premiere League empezó a televisarse y a generar ingentes cantidades de dinero. Los clubes, que eran parte del pueblo, fueron comprados por empresas que daban más importancia a los fichajes y al modelo de mercado que a la cantera. El Manchester United femenino ha conseguido en apenas dos años encontrar un equilibrio entre la explotación de su talento e incorporar jóvenes figuras de otros países que se adecúen a su modelo de juego y aporten una connotación diferencial a la plantilla. El fichaje de Ona Batlle, anunciado en redes sociales con una acogida espectacular, así lo demuestra. El primer partido de la nueva era del Manchester United fue anunciado con una foto suya. El nivel demostrado en el terreno de juego por la catalana, justificó la expectativa. 

Están muy volcados conmigo. Me siento muy querida por la gente del club. Reventaron Twitter en el partido y en el anuncio del fichaje. Nunca había estado en un club con esta magnitud, y es bonito de ver y de vivir que en un femenino haya esta implicación. No era consciente de todo esto, y es espectacular. Creo que tenemos uno de los mejores estadios de la liga, que se llena en cada partido, con una afición totalmente volcada… y ese cariño te llena. Vivo algo diferente y que me llena de ilusión día a día. 

Una de las decisiones más meditadas a la hora de lanzar el proyecto del equipo femenino fue la de quién dirigiría desde el banquillo a un equipo llamado a dominar el fútbol inglés a medio plazo. Un equipo que entraría en una liga exigente a la que llegaba con una importante desventaja frente a otros pesos pesados, y, por supuesto, frente a sus vecinos del City. Y entonces surgió el nombre: Casey Stoney. La excapitana de la selección inglesa, de 36 años y que acababa de colgar las botas apenas hacía seis meses, tomaba las riendas de un proyecto en el que la filosofía seguía siendo que la academia del club nutriera al primer equipo de jóvenes talentos que llevar a la élite con la camiseta red. “Mi objetivo principal es que este equipo crezca para que cada niña pueda soñar con jugar algún día en el Manchester United”. 

Es una entrenadora increíble. Al principio imponía un poco. La primera vez que la vi fue por videollamada y me decía las cosas de forma muy clara, eso ya me gustó. Pero en este primer partido, esa claridad, cómo sabe las cosas que quiere y cómo cree en que van a funcionar… es una pasada poder trabajar con gente que sabe tanto de fútbol y que, además, te lo sabe transmitir tan bien. No solo ella, su segundo entrenador sabe muchísimo de fútbol y se compenetran a la perfección. Estoy muy contenta de poder ir aprendiendo poco a poco de ellos. 

Ona Batlle


Atmosphere (Joy Division)


El fútbol en Inglaterra no es solo un deporte, es su identidad. Ellos lo crearon –o eso cuenta la leyenda- y le dotaron de los mecanismos necesarios para hacerlo un espectáculo de masas. Y en ese concepto de las masas no hay un número mínimo de espectadores. Cuando hablamos de Manchester, hablamos de una ciudad capaz de llenar un estadio de 76 mil almas que jamás permitan escuchar el silencio, pero también de partidos de séptima división inglesa con veinte espectadores que no pasan en absoluto desapercibidos. Es una ciudad que respira, vive, se alimenta y, por supuesto, sueña con fútbol. Los hinchas se apelotonan en el campo, en el museo, en la ciudad de entrenamiento, en los actos del club. Son parte del equipo, y eso los jugadores y las jugadoras lo saben perfectamente. Al final, es una parte más de la batalla rojo/azul: mantener la pasión viva

Por desgracia, con toda esta situación del Covid, no estoy viviendo una realidad completa. Nos impiden estar libres al 100%, no podemos salir a ver un museo o a cualquier sitio cerrado, pero cuando llegué todo el mundo me lo decía: la gente de Manchester es muy del United. Es un club que tiene mucho aficionado y que aquí lo sienten como propio. No me había planteado hasta ahora cómo viviré esa comunión con los fans, pero hay que complacerlos. Me encanta que el club tenga esos detalles con la afición y estaré encantada de poder devolvérselo. Nunca lo he vivido, y va a ser una experiencia única. 

La próxima temporada la liga inglesa tendrá un cartel de lujo. Harder acaba de firmar con el Chelsea, el Arsenal con Miedema a la cabeza, el City, eterno candidato. Damaris Egurrola al Everton, Ona Batlle al United, y falta la confirmación de la llegada de estrellas estadounidenses a la competición. Una apuesta fuerte, el apoyo institucional y económico de la Premiere League –un millón de libras- para paliar las consecuencias de la crisis del Covid-19, y la retransmisión de todos los partidos de la competición a nivel mundial a través de la App The FA Player han situado a la FA Women’s Super League en el foco de todos los objetivos mediáticos. La capacidad de la liga inglesa para atraer a jugadoras extranjeras, ofrecerles buenas condiciones de trabajo y un crecimiento exponencial en visibilidad, inversiones y patrocinios es clave a la hora de estabilizar una propuesta deportiva que va mucho más allá de la profesionalización del fútbol femenino: pretenden ser la mejor liga del mundo, y están acercándose al objetivo a base de proyección, mediatización y atracción deportiva. Para Ona Batlle significa, además, un reto personal: mejorar como futbolista en una competición que pretende tener a las mejores

Hemos hecho partidos de pretemporada, pero donde he notado una verdadera diferencia con el fútbol al que estoy acostumbrada es en este primer partido. Es que, además, contra el Chelsea, que ya sabíamos que iba a ser un partido súper intenso. En lo que más lo he notado es en los balones a la espalda. En España no tenía que correr tanto, pero en este primer partido… he tenido que correr muchos kilómetros. Cada vez que tenían la pelota, hacia atrás, y luego a recuperar y para adelante, a incorporarse al ataque. Es un fútbol mucho más vertical. Tengo ganas de poder completar la adaptación y responder mejor a este fútbol. 

Ona Batlle con la Selección Española


Don’t look back in anger (Oasis)


Ona ha vuelto a la convocatoria de la Selección Española con la vista puesta en Moldavia. Su última temporada en el Levante reforzó a Jorge Vilda en la idea de que la lateral es no ya el futuro, más bien el presente de nuestro fútbol. A un uso horario de distancia, sigue de reojo las noticias de la Primera Iberdrola, el arranque incierto, la consolidación de una generación de la que puede convertirse en estandarte. El fútbol inglés, físico, intenso, provocará un salto de calidad en una jugadora en progresión activa. 

Creo que toda esta adaptación al fútbol inglés me hará una jugadora más completa. En la Selección puedo seguir haciendo el juego que hacíamos pero también voy a tener una verticalidad que antes no tenía. No voy a cambiar, pero voy a evolucionar. Siempre quiero ser más completa. Quizá me faltaba esa profundidad y ahora la estoy consiguiendo, estoy segura de que la voy a conseguir, una capacidad extra para poder irme por dentro, por fuera, sorprender, y hacerlo con calidad y con confianza. No cambiaré, pero tendré más armas. 

Fue el 10 de julio cuando Ona hizo las maletas rumbo a Inglaterra. Desde entonces en nuestro país se ha jugado una Final a 8 de la Champions, volverá la Selección, pero no sabemos nada del comienzo de Primera Iberdrola. 

Estoy un poquito out de lo que pasa en España. Estoy viviendo la liga de aquí, no sé cómo están gestionando toda esta situación, pero espero que dentro de poco se solucione y haya fecha de inicio, porque, al final, competir es lo que nos da calidad para estar en la Selección. Tengo ganas de ver ese arranque, ver cómo va la Primera Iberdrola este año. Desde aquí se vive distinto, pero siempre es emocionante vivirla. 

La temporada solo acaba de empezar. Ona cruzará el Canal de la Mancha en varias ocasiones para compaginar club y Selección, con la vista puesta en el Europeo. Ya tiene el Sub-17 y el Sub-19.

Solo de pensar que podemos ganar un Europeo con la absoluta… sería un sueño hecho realidad. Estamos peleando, y creo que todas estamos convencidas de que lo vamos a ganar. Será dentro de dos años o de cuatro, pero lo vamos a ganar. Y también vamos a por un Mundial. Hay calidad de sobra, hay una Selección muy buena y en progresión. Estoy orgullosa de poder estar ahí, con las mejores de Europa. Cada vez que voy siento la misma ilusión.
No solo hablamos de nuestra generación de los anteriores campeonatos, nos juntamos con las que están ahora. Con ese grupo podemos explotar y ganar lo que nos propongamos. 

Todos los músicos citados en esta entrevista son del City. Ona, como buena futbolista, es del United.
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