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Jimena Cabrero: “Estados Unidos te lo facilita muchísimo, no podría estar llevando en España el ritmo deportivo y a la vez los estudios”

LA ENTREVISTA
03/05/2020 | Carolina Márquez Pino
La jugadora española obtuvo una beca deportiva para estudiar y jugar fútbol en el país norteamericano
Jimena Cabrero: “Estados Unidos te lo facilita muchísimo, no podría estar llevando en España el ritmo deportivo y a la vez los estudios”
Jimena Cabrero
Desde España da el gran salto al fútbol universitario en Estados Unidos. La futbolista cántabra partió con 18 años al otro lado del océano para seguir creciendo en el balompié y en los estudios, con una temporada ya en las botas, puede contar su experiencia en otro país. El gran desafío es adaptarse a la exigencia en cada entrenamiento y conseguir el nivel para competir. 

Jimena estuvo durante ocho años en el CD Monte Féminas y fue convocada a la selección española. La agencia AGM Becas le consiguió la posibilidad de ir a Estados Unidos y disputar la competición universitaria. Es un camino que recién comienza y tiene años por delante para seguir demostrando su talento. 

¿Cómo nace tu conexión con el fútbol? 
En mi familia por parte de mis padres nunca han sido muy futboleros, pero mi hermano jugaba fútbol en el equipo del colegio y cuando era pequeña siempre bajaba a verlo entrenar. Yo hacía otros deportes, tenis, ballet y baloncesto un poquito más tarde, pero seguía viéndolo entrenar y jugaba con él, practicaba otros deportes pero el fútbol era lo que me gustaba. Cuando yo tenía cinco o seis años, el coordinador de fútbol entra a mi clase y repartieron unas hojas para los padres por si querían apuntar a sus hijos al fútbol, entonces llegué a casa y yo firmé esa hoja y les dije a mis padres que me había apuntado y que ya le había dado la hoja al coordinador, y en eso mis padres solo: ‘ah bueno, vale’. 

Entonces fue una decisión tuya. 
Sí, claro. Obviamente mis padres desde el minuto cero me apoyaron en todo porque veían que en realidad me gustaba, pero sí, fue decisión mía. 

Y el fútbol también te ha llevado a Estados Unidos, ¿cómo consigues eso?
Llegué el nueve de agosto a Estados Unidos y esto se concreta porque estaba jugando un partido en Asturias, ganamos 5-0 y anoté tres goles. Ese día estaba un chico de una agencia que ayuda con becas deportivas y él fue hablar con mis padres para que nos pusiésemos en contacto con ellos porque podían conseguir becas de hasta el 100% de subvención, o sea una beca completa. 

¿A qué universidad llegas y qué estás estudiando?
Estoy en Georgia State University y estudio International Business que, si te digo la verdad, no hay carrera en España, literal traducida, pero yo creo que sería como el doble grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Relaciones Internacionales. 

¿Cómo ha sido la experiencia y las principales dificultades?
Tenía 18 años y me iba de casa por primera vez, y además no me iba a Madrid, Asturias, o algún sitio que en dos horas estás en casa, en realidad me iba bien lejos. Entonces sí que al principio se hace un poquito más duro, pero si te digo la verdad, pensé que me iba a costar mucho más porque a las dos o tres semanas estábamos adaptadas. El tema físico en el fútbol fue algo que me costó mogollón, allí llevan trabajando años la parte física, entonces literalmente vuelan, y tienes que llegar a la pretemporada con 40 grados que hace en Atlanta. Para estar al mismo nivel, hay que hacer como un sobre esfuerzo y eso sí te complica un poco, pero te acabas de adaptar en un mes o así. Y lo último la comida, que lo llevo fatal y creo que aún no he superado y no sé si lo superare. Pues yo tenía cero problemas para comer fuera de casa, pero todo esto está hecho con mantequilla, los platos son enormes, entonces para una persona que vaya estudiar allí lo entiendo, pero un deportista no puede comer así. 

¿Y el cuerpo técnico controla la alimentación?
No, porque para ellos es normal. He visto chicas que tenemos un partido a las 12.00 de de la mañana y a las 9.00 se están comiendo una pizza. De hecho hay algunas que te dicen, yo no puedo comer otra cosa antes de un partido que no sean macarrones con queso o pizza, y tu les dices que comes macarrones y pollo, que es lo que he comido toda mi vida, o sea hidratos y proteína antes de un partido, y lo primero que te dicen es: ‘qué dices, cómo vas a comer eso, te va a pesar mucho la tripa’. 

¿Cómo es tu rutina para compaginar los entrenamientos y el estudio? 
En Estados Unidos te lo facilitan muchísimo, en el sentido que yo no podría estar llevando en España el ritmo deportivo y a la vez los estudios. Nos levantamos a las cinco de la mañana y a las 6.30 estamos entrenando, el entrenamiento es de 6.30 a 8.30, entonces después nos quitamos las botas y vamos a la residencia, nos ponemos la ropa de gimnasio para entrenar allí, hacemos una hora o una hora y media y volvemos a la residencia. Y todo esto suele ser de seis a doce de la mañana. Entonces nos duchamos, comemos y a partir de las 14.30 tengo la primera clase y a las 20.30 la última, después cenas y te vas a la cama porque al otro día te levantas a las cinco. 

Jimena Cabrero

¿Cómo compararías el nivel competitivo con España?
No se definirlo, y las personas que han visto partidos míos en Estados Unidos dicen que tengo toda la razón. De técnica es un Reto Iberdrola o Primera Nacional, sin embargo de físico es un Primera Iberdrola o más. Es impresionante el físico que tienen aquí, me parece que en España tenemos más técnica pero en la parte física se compara con Primera Iberdrola. 

¿Qué aprendizajes adquiriste en España que ahora aplicas en Estados Unidos?
Estuve ocho años y gracias a Dios tuve la suerte de aprender muchísimas cosas con los diferentes entrenadores que tuve, pero yo creo que al final el concepto de equipo, unión y trabajo, todos los valores que me ha enseñado el Monte es algo que te marca mucho y no se olvida y lo voy a seguir aplicando en cualquier equipo. Sin embargo hay una cosa que la estoy aplicando a más no poder, tenía dos entrenadores en el Monte que son Manu y Fuertes, siempre me decían que mi tiro era mejor que mi regate, que tirase, y me he comido broncas por no tirar. Entonces ahora que estoy allí, el entrenador me dice en todas las reuniones, al igual que todos los entrenadores que he tenido, que tengo que ser más egoísta, que tengo que tirar, porque llego al área y soy de las jugadoras que sí veo a una compañera mejor posicionada se la doy a ella, o me da igual dársela y que ella meta el gol, no me voy a poner más feliz por meterlo yo antes que mi compañera. Entonces siempre me riñen, me dicen que tire. De hecho hemos tenido reuniones personales y lo primero que me ha dicho mi entrenador para la temporada que viene es que tire. 

¿Y la experiencia en la selección española?
Fue increíble, a cualquier niña en España le preguntas que quiere, y te dirá jugar en la selección española. Me pilló de sorpresa, iba a entrenar a unas niñas y me llamó Eva, quien es como mi hermana, y me dijo: ‘me han mandado una foto de la Federación Española y estás en la lista’. Seguía sin creérmelo, no lo hice oficial ni tampoco lo conté hasta que me llamaron, y ya luego me llamó mi entrenador, el presidente de la Federación Cántabra. Así que nada, fui allí y tuve la suerte, que se lo agradeceré de por vida y ella lo sabe, que María Méndez que ahora está jugando en Primera Iberdrola con el Deportivo, estuve con ella todo el rato y me ayudó mogollón a que esa experiencia sea más increíble de lo normal, y es una cosa que se lo agradezco. Y desde el aprendizaje, entrené con las mejores y todo es más fácil.

Más allá del nivel deportivo, ¿qué aspectos debería imitar España para el desarrollo del fútbol femenino?
En Estados Unidos, incluso el deporte universitario es algo que se sigue bastante. Por ejemplo en mi universidad somos 70 mil estudiantes y me dijeron que te van a conocer por la universidad, yo dije: ‘como me van a conocer, son 70 mil personas’. Y me di cuenta que un día estaba con mi amiga Eva en el gimnasio, entonces cogí un balón de baloncesto y me fui a las pistas de baloncesto para jugar un poco, y ese entonces subían dos chicos al gimnasio y me pararon y me dijeron: ‘¿qué haces con un balón de baloncesto, tú no estás en el equipo de fútbol?, vimos el partido, ¿eres la 17 no?' Entonces está mucho más conocido, estás jugando y te miran los equipos de otros deportes, un partido fueron los chicos del fútbol y llegaron con bombos y todo a animar. En este tema, en España hay que promover bien el fútbol femenino, que te conozcan. 

¿Qué jugadoras son tus referentes? 
A nivel internacional me he fijado en Marta, la de Brasil, desde que tenía siete años mi hermano me mostraba los vídeos de ella. Y a nivel nacional, por la posición en la que juego, Jenni Hermoso es una jugadora en la que siempre me fijo, sus movimientos y destaca en su puesto. 

¿Cuáles son tus proyecciones?
En Estados Unidos, una vez terminas la carrera, o das el salto profesional o dejas el fútbol, entonces ojalá dar el salto profesional porque sería un sueño, pero hoy en día mi objetivo es acabar la carrera y quiero intentar hacer un máster allí, una vez que acabe el máster quedan cinco años, entonces de aquí a eso, ya se sabrá. 

¿Qué anécdotas del fútbol siempre recordarás? 
Hace dos años que jugamos en el Sardinero, el campo del Racing, o cuando jugamos en Anoeta, son experiencias que no se olvidarán en la vida, y como disfrutas de lo que haces y lo compartes con el equipo, son momentos muy felices que yo creo que por mucho tengas grandes momentos, no se podrán comparar.
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