La selección española femenina vence con solvencia y buen juego a Azerbaiyan por 4 goles a 0 en el estadio coruñés de Riazor
Confesaba
Jenni Hermoso en zona mixta que Coruña estaba de moda en el fútbol femenino y que hacía sufrir al resto de la Primera Iberdrola, pero hoy habían venido a disfrutar.
10.444 personas dieron cuenta de ello en el primer partido de clasificación para el Europeo 2021, un mero trámite para las rojitas, que lo atajaron esta vez de blanco en el césped de Riazor.
Fue un partido dominado de cabo a rabo por la selección española, que tuvo la pelota durante los 96 minutos que pudimos disfrutarlas, con un conjunto azerí que se replegó en sus dominios intentando evitar las embestidas de las locales. De poco le sirvió cuando ya en el minuto 7 Patri Guijarro saltaría con clase y empujaría el balón a las redes de tacón para abrir la lata. Poco después, en el 25, Virginia Torrecilla pondría su granito de arena a la goleada con una volea desde dentro del área. Poco le duraría la alegría a la del Atleti, que se iría lesionada en el minuto 33 por un mal golpe sobre su rodilla izquierda. Y ahí cambió el rumbo del partido:
Entró Aitana Bonmati, con su insultante juventud, a dar lecciones en el césped, abrir el juego, tocar con clase, desesperar a la defensa azul y, para encima, marcar dos goles, en el 53 y 75 que sellaban el primer triunfo de la fase de clasificación. En rueda de prensa dijo sin darle importancia que solo hacía su trabajo. Acompañada por una Patri Guijarro que hace apenas unos años veía como aficionada, junto con la selección Balear, un partido en la grada de este mismo estadio en el que hoy perforaba la red por primera vez para una selección española que brilló, igual que hicieron brillar los más de 10 mil espectadores con su cariño y sus gritos de emoción durante todo el partido.
Aún quedaría para el recuerdo el debut de Marta Cardona con la absoluta, cuando se cumplía una hora de juego y sustituyendo a la ayer capitana Irene Paredes. “Un sueño cumplido. Toda futbolista quiere llegar a la absoluta y debutar. Creo que lo he aprovechado, lo he dado todo y hemos ganado que es lo más importante”.
El partido de Praga del próximo martes, como decía Leila Ouahabi, puede ser más complicado a priori pero la selección española no perderá la visión ni el juego que le caracteriza. Un juego con el que por momentos se crecieron, disfrutaron y dejaron detalles en el verde de verdadera compenetración que hacen soñar tal vez demasiado temprano a una afición entregada al crecimiento del fútbol femenino en nuestro país: Nuevo récord, nueva victoria, nuevo paso adelante.
