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España es un país obsesionado con el fútbol, donde el fútbol (masculino) es el deporte más popular y se ha hecho muy fuerte internacionalmente. No obstante, en los últimos tres o cuatro años se ha visto un crecimiento tremendo también en el fútbol femenino. Ha sido un ascenso extraordinario. La liga profesional femenina del país se remonta a 1988, cuando nueve equipos —entre ellos el Barcelona, el Espanyol y varios clubes más pequeños— inauguraron una competición supervisada por la Real Federación Española de Fútbol. Durante muchos años se mantuvo a flote. En 2015 LaLiga tomó las riendas y fue el comienzo de un cambio radical.
En poco tiempo, eventos como la Copa Mundial Femenina han tenido una gran expectación y cuentan con millones de espectadores en todo el mundo. La profesionalización del fútbol femenino ha tardado en llegar, pero las jugadores españolas demostraron al mundo su gran nivel en las competiciones de selecciones que se organizan.
"Cuando en 2015 los clubes nos pidieron que nos incorporáramos, lo que nos encontramos fue una competición sin visibilidad, sin estrategia comercial ni presencia estable en televisión", explica Pedro Malabia, responsable de fútbol femenino de LaLiga.
El gran reto era poner en marcha una serie de iniciativas que ayudaran a crear un producto de calidad, que atrajera la atención de aficionados, patrocinadores y medios de comunicación. El objetivo era aumentar el atractivo del fútbol femenino y profesionalizar su liga.
La creación de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino —que actualmente agrupa a setenta clubes de fútbol femenino de primera y segunda división— ha permitido que los clubes lleven a cabo estrategias de promoción y trabajen juntos por el crecimiento del sector. También la entrada de Iberdrola como patrocinador principal fue un momento clave y uno de los motores principales de la competición.
La firma vasca de servicios públicos Iberdrola se incorporó como patrocinador en 2016. A principios de marzo, Mediapro amplió su acuerdo televisivo con LaLiga hasta 2022, lo que garantizó nueve millones de euros para las arcas de LaLiga en tres temporadas. Pero no todo es dinero y visión para los negocios. El cambio social también ha contribuido a la explosión de interés. En los últimos quince años, el número de mujeres que juegan al fútbol en España se ha multiplicado por cuatro.
Ha habido muchos cambios en la sociedad en este tiempo. La gente ha cambiado su mentalidad sobre el papel de la mujer en el deporte y en otros ámbitos de la vida.
El pasado fue una época complicada, porque las chicas a las que les gustaba el fútbol no podían jugar con chicos. Las chicas que jugaban al fútbol eran vistas como bichos raros. El panorama social para las mujeres entonces era diferente y las opciones eran limitadas.
Ahora es normal ver equipos mixtos desde muy jóvenes. Todo ha cambiado completamente con respecto a hace varias décadas. Entonces, era una lucha. Siempre se tenía la sensación de estar nadando a contracorriente, pero algunas jugadoras consiguieron derribar muchas barreras para las chicas que juegan ahora.
Incluso las mujeres que llegaron una década después —las estrellas de la actual Liga Femenina— tuvieron que librar sus propias batallas. Alba Mellado es capitana del Madrid CFF, el gran rival del Atlético en la ciudad. Cuando era pequeña, no tenía modelos femeninos porque el fútbol femenino no se televisaba en España.
"No tenía referentes femeninos en el mundo del fútbol", dice Mellado. "Messi, Ronaldinho, jugadores así, eran los que yo seguía. Jugué con chicos en el equipo de fútbol sala de mi colegio hasta los quince años, aunque ya jugaba con chicas desde los doce, cuando entré en la cantera del Atlético de Madrid."
Mellado también entrena a equipos femeninos en la cantera del Madrid CFF —de ocho y nueve años, así como de 12 a 13—, un equipo que compite en una liga en la que predominan los equipos masculinos y que ha arrasado a sus rivales: el equipo ha marcado más de trescientos goles y solo ha encajado una docena esta temporada. Las abultadas derrotas no han pasado desapercibidas.
Vero Boquete, de 36 años, es la máxima goleadora española de todos los tiempos. El estadio de su ciudad natal gallega, Santiago de Compostela, lleva su nombre, todo un elogio para una jugadora que sigue en activo. Forma parte de la plantilla de la Fiorentina en la Serie A italiana.
En 2013, creó una petición para presionar a EA Sports para que incluyera a mujeres futbolistas en los juegos de FIFA. La campaña se convirtió en una bola de nieve. Reunió 20 000 firmas en veinticuatro horas y, en 2015, la empresa cedió e incluyó a Boquete, a sus compañeras de la selección española y a otras once selecciones nacionales en la versión de FIFA 16.
