Mejor Información. Mayor Emoción.
SUSCRÍBETE

La conquista portuguesa de Pauleta con el Benfica

LA ENTREVISTA
29/06/2021 | Marc Andrés i Sanz
Tras llegar a Portugal hace cinco años, la futbolista de Redondela está reescribiendo la historia del fútbol femenino del país.
La conquista portuguesa de Pauleta con el Benfica
SL Benfica
A día de hoy, cada vez son más las jugadoras que tiene la oportunidad de dedicarse al fútbol femenino en España. El anuncio de la nueva Liga Profesional es un paso más hacia el escenario por el que varias futbolistas llevan luchando. Pero como ellas mismas saben, ha costado muchísimo llegar hasta este punto. Y algunas de las jugadoras encontraron la oportunidad de ser profesionales fuera del país. Es el caso de Paula Domínguez 'Pauleta' (Redondela, 1997) que con 19 años salió de El Olivo para irse al Braga portugués. Allí, la mediocentro empezó a destacar y fue importante en un equipo que se quedó a las puertas de los títulos, viéndose superado por el Sporting de Lisboa en los momentos clave. Pero lo mejor estaba por llegar.

Tras dos temporadas en el Braga, el Benfica creó su equipo femenino y confió en Pauleta para dar inicio a su ambicioso proyecto. Y tres años después, la apuesta del club y de la jugadora pontevedresa ha salido a la perfección. Desde 2018, el Benfica ha conseguido el ascenso a la máxima categoría y sumó títulos desde la temporada de su debut. Todo ello ha culminado este curso, con el equipo proclamándose campeón de Liga y, quizá, iniciando una era dorada para el club portugués. Además, este pasado año el Benfica ya pudo disputar Champions y la temporada que viene va a repetir, con Pauleta siendo una futbolista clave para los esquemas de su equipo. Este matrimonio parece algo mágico y, por lo tanto, una vez terminó la temporada, la jugadora lo tuvo claro: seguirá haciendo historia en el Benfica.

¿Fue una decisión instantánea renovar por el Benfica?
La verdad es que lo tenía bastante claro. En Lisboa soy muy feliz. No solo en el club, sino en la ciudad, estoy muy a gusto. Además, las condiciones que me ofrecían son realmente muy buenas. Escuché otras propuestas que llegaron, pero no tuve casi ninguna duda, porque el club da muy buenas condiciones y la ciudad me encanta.

Llevas ahora ya tres años en el Benfica. ¿Qué es lo que te llama del equipo? Tú estás en el Braga y te vas a un conjunto que empieza en segunda
Yo en el Braga estaba contenta y las condiciones eran muy buenas, pero esos dos años fueron bastante difíciles. Perdimos contra el Sporting en los momentos clave y eso nos quitó la oportunidad de ganar títulos. Fueron dos años fastidiosos y cuando me llegó la oferta del Benfica, no lo dudé. Para mí el Benfica es el club más grande en Portugal y la propuesta que me hicieron era muy ambiciosa. Sí, íbamos a empezar en segunda, pero como dije en aquél momento, fue dar un paso atrás para luego dar dos adelante, porque el club demostró que el proyecto era ambicioso y que, aunque fuéramos a entrar en segunda, teníamos oportunidad de ganar la Copa y ascender el primer año. Y fue lo que pasó. Ahora, en tres años, estamos en lo más alto del fútbol portugués. Fue difícil salir del Braga, porque fue el equipo que me dio la oportunidad de llegar a Portugal y ser profesional, pero yo lo necesitaba tanto futbolística como profesionalmente.

Y antes del Braga, estabas en El Olivo. ¿Esa profesionalidad fue la que te llevó a salir de España y marchar a Portugal?
Sí, la verdad es que ahora lo pienso y hace cinco años que estoy en Portugal y soy profesional. Antes estaba entrenando de 21 a 23, lavábamos nosotras los petos, no cobrábamos y casi teníamos que pagar. Cuando me llegó la propuesta del Braga no lo dudé; era la oportunidad de hacerme jugadora profesional, un sueño que todas las que empezamos tenemos.

Por muy lejos que lleguemos o mucho que ganemos, debemos pensar siempre de dónde venimos


No sé si ligarlo, pero en una entrevista con José María Nolé "para valorar nuestros logros, debemos tener presente de dónde venimos". ¿Para ti qué significa esta frase?
Para mí lo es todo. Por muy lejos que lleguemos o mucho que ganemos, debemos pensar siempre de dónde venimos; pensar en los malos momentos y en todo lo que sufrimos para realmente valorar a donde llegamos. Si tú ganaras siempre yo creo que no le darías el mismo valor a lo que ganas que habiendo vivido el otro lado. Yo en Braga perdí mucho, lo pasé mal, pero la clave está en eso. Aunque lo pases mal y el fútbol sea duro, hay que seguir trabajando porque las cosas llegan. Cuando se gana sabe muy bien, pero para seguir trabajando hay que tener en mente cuando perdiste.

Volviendo al Benfica, ¿cómo definirías esa experiencia de bajar una categoría sabiendo que puedes estar en la élite del país?
A lo mejor lo definiría como madurez, por mi parte y también por parte del club. Fue una decisión que yo aprecio, porque estuve con El Olivo cuatro años intentando ascender y sé lo difícil que es para cualquier equipo. Fue una demostración de valores por parte del club y una decisión madura por mi parte, porque un jugador quiere estar siempre en la élite, en lo más alto. A veces, tomamos decisiones que a lo mejor no son las mejores, pero en el momento nos dan ese éxito, el estar en lo más alto, y las tomamos. Me fui al Benfica con 20 años, pudiendo quedarme en Primera, pero valoré todo lo que el club proponía y madurándolo todo, fue una buena decisión porque a día de hoy estoy muy bien.

Como has dicho, te hicieron unas promesas y se cumplieron. ¿Esa primera temporada ya era una señal que todo iría bien?
Sí, cuando un club te cuenta el proyecto, te dice lo que tiene en mente, normalmente es verdad y no desconfías. Pero siempre queda la duda, porque aunque el club quiera ser ambicioso, en el fútbol no juegas solo y hay otros que también tienen calidad, que llevan años apostando. Yo me fui al Benfica queriendo que el proyecto fuera real, pero también con esa duda de que podía salir mal. Pero creo que lo hicieron muy bien tanto fichando jugadoras como en el trabajo durante toda la temporada y los frutos estuvieron ahí. Y hubiéramos perdido la semifinal o la final, mi opinión sería igual, que el Benfica apostó, creó e hizo un buen proyecto.

Pualeta
Pauleta en acción | Foto: SL Benfica

Luego, debutáis en Primera y ganáis la Supertaça y la Taça da Liga. Os asentasteis en la élite del fútbol portugués y eso confirmó todas las suposiciones
Sí, creo que la Supertaça fue un poco el punto de inflexión. Nosotras estábamos en Segunda, y decían que ganábamos porque el resto de equipos eran peores y ganamos la Taça porque tuvimos suerte y el Sporting y el Braga se enfrentaron en cuartos; luego que la segunda la ganamos de calle porque la calidad era menor. Pero al ganar la Supertaça fue como decir "aquí estamos nosotras" y nada de lo que ocurrió fue suerte.

Luego, es cierto que este año habéis ganado vuestra primera Liga, pero también habéis participado en Champions. ¿Qué paso ahí?
El año pasado paró la liga en marzo y en ese momento estábamos nosotras empatadas a puntos con el Sporting, pero por encima por goal average. Les ganamos 3 a 0 en casa y ellas nos ganaron 3 a 2 en su casa. Entonces, nosotras paramos de entrenar, estuvimos un mes en Lisboa para ver si se retomaba la competición, luego nos mandaron para casa porque no se iba a volver a jugar esa temporada y la federación, tras tres o cuatro meses, decidió que el Benfica accedía a Champions por estar en primer lugar, pero no ganaba la Liga; no se atribuyó a nadie el campeonato. No contó como título, pero pudimos acceder.

"Al ganar la Supertaça fue como decir "aquí estamos nosotras" y nada de lo que ocurrió fue suerte"


Mencionada ya la Champions actual, tuvisteis que superar dos eliminatorias a partido único de visitantes. ¿Cómo describiríais la experiencia europea?
Es de lo mejor que he vivido hasta ahora, fue increíble. El formato de la Champions cambió por la pandemia y, en vez de ser un grupo, fueron eliminatorias a un partido. Por un lado, tuvimos un poco menos de suerte porque en el primer sorteo nos tocó el PAOK, un equipo que tiene un poco de nombre. El PAOK en Grecia es de los más grandes. En nuestro equipo, había dos personas que habían jugado Champions y había incertidumbre, pero ganamos y nos sentimos confiadas. Luego ya nos tocó el Anderlecht, en Bélgica, que llevaba seis años seguidos ganando la Liga. También nos tocó fuera, volvió esa incertidumbre e igualmente ganamos. Era el primer año que el Benfica iba al Playoff de Champions y meternos en la Fase Final fue increíble, también al ver que la dirección del club estaba orgullosa y agradecida. Tuvimos que luchar bastante para clasificarnos, pero fue genial.

Y luego ya, os toca el Chelsea. ¿Cómo reaccionas?
Me acuerdo de ver el sorteo en directo y cuando nos tocó el Chelsea fue un mix de emociones. Íbamos a jugar contra las que hace nada veíamos en la tele o jugadoras que admiramos como Harder en mi caso o a las dos centrales que son top. Había esa sensación de “qué guay, me voy a enfrentar a la gente que veía por la tele” pero a la misma vez pensar que habría que luchar mucho para dar una buena imagen e intentar dejar al Benfica en un buen lugar. Aprendimos y entendimos mucho de lo que tenemos que hacer para llegar a algo en Europa. Fue muy bonito y, más que nada, fue un aprendizaje para saber que tenemos mucho que trabajar para intentar estar en lo más alto.

Hablando de Champions, ¿qué opinas del cambio de formato? Como club, ¿piensas que es más beneficioso para el Benfica?
Tenemos que saber que quién está donde se manda está haciendo lo mejor para nosotras, para que el fútbol femenino tenga visibilidad y dé espectáculo. A nosotras es lo que nos interesa, que haya mucha más visibilidad, que se difunda más y que intenten crear un formato que dé el mayor espectáculo posible. Nosotras jugamos para dar placer a la gente y cuanta más gente nos vea, más vamos a esforzarnos, más responsabilidad vamos a tener. Eso hará mejor el fútbol femenino. Entonces, creo que quién está allí arriba está muy interesado en que el fútbol femenino crezca y lo vemos en las charlas de los sorteos o en la presentación del nuevo formato. Se está luchando mucho para que se nos vea.

Igualmente, en años anteriores, quizá jugabas la primera ronda y ya te ibas para casa, con solo dos partidos. ¿Piensas que el nuevo formato beneficia a equipos que no son favoritos porque van a ganar más experiencia europea?
Sí, exacto. Nosotras, si este año hubiéramos perdido contra el PAOK, tendríamos un partido de experiencia en Europa y tendríamos que haber esperado al año siguiente a ser campeonas de Liga y así clasificarnos. Creo que es muy bueno y nosotras aprendimos al cabo de cuatro partido mucho mejor lo que tenemos que hacer para crecer. Eso lo aprendimos jugando contra las mejores, y cuantas más veces mejor.

Entonces, habiendo ganado la Liga portuguesa, este año tendrás muchísimas ganas de volver a participar, ¿no?
Sí, claro. Para mí, que no consigo tener experiencia internacional a nivel de selecciones, es muy bueno y me da otra visión del fútbol y de lo que tengo que hacer para mejorar y evolucionar.

Hablemos de este año… En el Atlántico dijiste que has tenido problemas de tobillo, además de que ha sido el año de la Covid. ¿Cómo describirías la temporada?
Sin duda ha sido la temporada más difícil de mi carrera profesional. No suelo sufrir muchas lesiones; lo normal en un jugador que a veces hay que parar por algo muscular, pero nada más grave que eso. Este año, me lesioné de relativa gravedad en el tobillo y tuve alguna recaída. Fue difícil porque no estaba acostumbrada a parar y no jugar; por suerte juego bastantes minutos y esta temporada tuve que aprender que tenía que parar. No podía arriesgar porque tenía que curar bien ese tobillo, pero tuve suerte que pude recuperarme para final de temporada, para el tramo más importante.

Y la pandemia está difícil para todo el mundo. Somos unas afortunadas porque conseguimos seguir jugando al fútbol, pero sí que es algo difícil. Tienes que tener mucho cuidado. Yo casi no hago vida social porque un positivo te deja fuera bastante tiempo y es peligroso para ti y para el club. Test todas las semanas, algunas incluso dos por semana, mascarilla todo el rato, evitar contacto con jugadoras y con otra gente… Cambió un poco nuestra rutina, pero somos unas verdaderas afortunadas por seguir haciendo lo que más nos gusta y con relativa normalidad.

Además, antes de fin de año, Luis Andrade dejó de ser el entrenador y lo pasó a ser Filipa Patão. No sé si fue algo inesperado y cómo os afectó el cambio…
Para un jugador, cambiar de entrenador a mitad de temporada es un reto. Nosotras nos fuimos a Navidad, se nos dio la noticia y tuvimos unos días para asimilarlo un poco; luego ya empezamos a entrenar el día 27 o 28. Teníamos las dos finales de la Copa y la Taça da Liga, el día 6 y el 12 de enero. Fue un poco a contrarreloj, por encima, el habituarte a ideas nuevas, sistema nuevo en este caso, a otra forma de trabajar, porque cada entrenador tiene su forma de trabajar. Pero claro, teníamos esas dos finales que queríamos ganar y, por parte del cuerpo técnico, fue como inyectarnos lo que querían de nosotras y del juego en el mínimo tiempo posible y que lo asimiláramos. Fue un reto intentar llegar a esas finales intentado haciendo lo que ellas querían. La primera la ganamos, la segunda la perdimos en unas condiciones un poco extrañas ya que jugamos más partidos que el Braga esa semana. Pero bueno, lo aceptamos y creo que el juego que hicimos era el que el cuerpo técnico quería y demostramos que, como equipo, funcionamos bien.

Ahora que hablar de nuevas ideas, nuevas formas de trabajar… ¿Qué notaste diferente?
Lo primero que cambiamos fue el sistema, pasamos a jugar en 4-4-2 en rombo, así que tuve que adaptarme al sistema nuevo. Aun así, mi rol no cambió mucho, a lo mejor en la salida de balón había algún movimiento diferente, pero mi rol siempre estaba en esa posición número ‘6’, como ellos lo llaman. Luego para las dos extremos del rombo fue un poco más diferente y para las dos puntas también, porque pasas del 4-3-3 al 4-4-2 y yo soy ese punto detrás del triángulo que, al final, acaba haciendo siempre lo mismo. Este cuerpo técnico nos quiso dar un poco más de confianza en la salida de balón, la tranquilidad y confort con el balón en el pie… gané bastante en eso y también gané un poco más de conducción, de fijar jugadoras, de intentar llevar al límite mis toques en el balón para dejar libre a otra jugadora.

Pauleta
Pauleta posando con el título de la Liga portuguesa | Foto: SL Benfica

Luego, sea por el cambio o no, en 2021 casi todo fueron victorias y solamente dos derrotas. Casi inmejorable.
Sí, el 2021 que corresponde a la segunda fase de la liga y a las finales fue muy bueno para nosotras. Perdimos esa final contra el Braga, pero llegamos muy cansadas; el miércoles jugamos la primera final, el domingo jugamos un partido para la Taça da Liga y el martes volvimos a jugar. Tres viajes y tres partidos en seis días, fue difícil para nosotras. No estoy excusando la derrota, ni mucho menos, pero creo que nos perjudicó un poco.

Luego el 1 a 0 contra el Sporting, que perdimos en casa, fue un partido mal leído o mal ejecutado por nuestra parte. Bueno, yo estaba en la grada y es un poco más fácil hablar. Sabíamos lo que teníamos que hacer, cómo hacer daño al Sporting, pero al final hay partidos que te salen un poco peores y perdimos. Que estas sean las dos únicas derrotas de este parte de la temporada dice bastante de lo que hicimos.

Pasando a las victorias, supongo que la más importante fue ese 3 a 0 ante el Sporting que os dio la Liga. Y no sé si tú, viendo al Benfica, ves al club marcando una era en el fútbol femenino portugués.
Sí, creo que sí. Es verdad que el Sporting lo ganó todo cuando crearon el equipo y éramos Sporting y Braga los únicos que conseguíamos hacer buen fútbol y plantarnos cara. Ahora, lo que estamos haciendo en el Benfica los últimos tres años, y con la evolución del fútbol femenino, es marcar una era y marcar un camino a seguir para el resto de equipos. Lo que hizo el Benfica de crear el proyecto, empezar en Segunda e ir subiendo poco a poco, creciendo y con formación en Sub-12, Sub-13, Sub-16, Sub-19, etc. es algo que muchos clubs tienen que tener en cuenta y tomar ejemplo. Es algo que muy pocos equipos podrán hacer, también por el fútbol que estamos practicando y, por qué no decirlo, por la clareza por la que estamos ganando; llegar a casa del Sporting en el partido que te juegas la Liga y ganar 0 a 3 no lo hace cualquiera. Pero nosotros pudimos tener la madurez necesaria para demostrar que éramos el mejor equipo en Portugal.

"Se debe demostrar que se quiere que la sociedad evolucione y crear un equipo femenino es una muestra"


Mirando más allá, ¿hacia dónde va el fútbol femenino portugués? ¿Qué crees que hace falta para dar un salto de calidad?
Yo llevo aquí cinco años y, cuando llegué, éramos el Sporting y el Braga los que nos lo jugábamos todo. Ahora tienes muchos más equipos que te plantan cara. No tienen las condiciones de los tres o cuatro grandes, pero te hacen un buen fútbol y pienso que se está haciendo bien. Por ejemplo, este año subió el Famalicão, que es un club que está dando buenas condiciones a las jugadoras, está fichando bien y cuesta mucho ganarlas. Y pienso que eso es lo que hace falta en el fútbol femenino, que clubs grandes apuesten, que vayan poco a poco. Obviamente no vas a crear un equipo y, en un año, vas a ganar a los que llevan algún tiempo, pero los clubs con dinero y presupuesto, espero que apuesten y le den un pequeño porcentaje al fútbol femenino. Que creen formación, junten niñas y que esto no sea de unos cuantos años, sino que tenga continuidad. El Benfica es un gran ejemplo de eso, porque es un proyecto ambicioso para estos años, pero será de larga duración con lo que están haciendo con las niñas pequeñas.

Ahora que decías esto, aquí en España miramos a la Primera División masculina y el único equipo que no tiene femenino es el Celta de Vigo, que lo comentaste. ¿Cómo están las cosas en Portugal?
El Porto no tiene, se habla que van a crear, pero no sé si es para este año o el siguiente; de los grandes obviamente es el que falta. Luego hay otros clubs, como el Belenenses, que creó un equipo cuando lo hicieron Braga y Sporting y después de un año se deshizo. Pienso que eso también es malo para un club, porque se debe demostrar que se tienen valores y se quiere que la sociedad evolucione; crear un equipo femenino es una muestra de eso. Hay que apostar y no pensar tanto en el dinero. Un equipo femenino es un pequeño porcentaje del presupuesto de un club grande. En el femenino, tienes equipos que te plantan cara, pero el club es modesto y tiene equipo masculino que está en tercera. Espero que los clubs se animen, porque mira al Barça. Gastó dinero hace seis años y ahora está en la élite. Eso se valora mucho y yo, como aficionada de un club, quiero que haya femenino.

Esto a nivel colectivo del fútbol portugués. Para ti, a nivel individual, ¿hasta dónde esperas llegar?
El año que viene quiero seguir evolucionando y nuestra entrenadora y el cuerpo técnico me dan muchas condiciones para sentirme más cómoda con el balón. Por ello, quiero tener un poco más de peso en la creación. Otro de los objetivos que tengo es mejorar físicamente. Creo que soy una jugadora que tengo una condición bastante buena, pero quiero mejorar mucho y ese objetivo, en el Benfica, lo tiene tanto la dirección como el cuerpo técnico, porque hace falta para ir a Europa. Tengo un margen de mejora bastante grande.

¿Ves alguna posibilidad de, algún día, llegar a ser internacional con España o es algo que ni te planteas?
Cuando me preguntan esto siempre digo lo mismo; no merece la pena pensarlo. Mientras estaba en El Olivo, nunca pensé en el Braga y llegó el Braga. Cuando estaba en el Braga, nunca pensé en el Benfica y llegó el Benfica. Obviamente, para cualquier persona jugar con la selección es un sueño y una ambición. Lo más importante es trabajar sobre eso, pero sin tenerlo todos los días, porque te puede crear algo de frustración. Trabajar con ilusión, sueños y objetivos y cuando trabajas bien y centrada, las cosas lleguen. Espero que algún día lleguen, claro.

Por otro lado, quiero acabar con tu otra carrera, la de Química. Dijiste en ‘Tiempo Añadido’ que te faltaba muy poco y que querías demostrar que una futbolista profesional podía sacarse una carrera. ¿Objetivo cumplido?
No, falta un poquito. Me falta un examen el día 8 de julio y acabar el proyecto que también lo presentaré a finales de julio, el día 23 más a o menos. Me faltan esos pasitos, pero comparados con todos los que he dado, falta nada, una miguita. Queda trabajo, pero estoy muy ilusionada, porque esto era algo que quería desde que empecé la carrera. Creo que esto es importante, porque somos ejemplo para las niñas de que se puede llegar a la élite del fútbol y tenemos que ser ejemplo en ese aspecto: hay que estudiar, hacer lo que a uno le guste y nunca va a haber cosas que te paren si tienes un sueño.
MÁS NOTICIAS FÚTBOL FEMENINO:
VOLVER
La conquista portuguesa de Pauleta con el Benfica
FacebookTwitterInstagramYoutube